“Mi objetivo es provocar sentimientos”: Laura Rocha

, una representación que pretende provocar sentimientos intensos mediante la fusión de danza moderna y música tradicional, con un énfasis particular en el bolero. La coreografía está diseñada para establecer un intercambio visual y acústico, sumergiendo a los espectadores en un ambiente pleno de emociones universales como el cariño, el año y la ausencia.

, un montaje que busca evocar emociones profundas a través de una combinación de danza contemporánea y música popular, especialmente el bolero. Esta coreografía tiene como propósito crear un diálogo visual y sonoro que transporte al público a un espacio cargado de sentimientos universales como el amor, la nostalgia y la pérdida.

no es únicamente una exposición de emociones, sino un entorno para la introspección personal de los espectadores. Mediante un enfoque más personal, la coreógrafa pretende motivar a la audiencia a meditar sobre sus vivencias de amor, pérdida y esperanza en un mundo en perpetua transformación.

La pieza se configura como un collage de memorias y emociones que, mediante la sensualidad de la danza actual, intenta captar la esencia de los boleros, un estilo musical que ha llegado al alma de distintas generaciones, sirviendo como un vehículo emotivo para expresar lo más profundo del ser humano. La integración de música tradicional con la técnica de la danza moderna permite que la obra supere las barreras del lenguaje, transformándose en una experiencia totalmente sensorial.

Barro Rojo, con más de 40 años de historia, se destaca por su enfoque colectivo y su dedicación a causas sociales. No obstante, esta vez, la compañía se embarca en una propuesta más íntima y emocional, dejando de lado los grandes discursos colectivos para enfocarse en los sentimientos más universales y humanos. La obra intenta que el público se identifique con los temas universales del amor y la pérdida, tan comunes en las letras de los boleros, buscando que experimenten una conexión más profunda con sus propias emociones.

Barro Rojo, que lleva más de 40 años de trayectoria, es conocida por su enfoque colectivo y su compromiso con causas sociales. Sin embargo, en esta ocasión, la compañía se adentra en una propuesta más personal y emocional, alejada de los grandes discursos colectivos para centrarse en los sentimientos más universales y humanos. La pieza busca que el público se reconozca en los temas universales del amor y la pérdida, tan presentes en las letras de los boleros, y que experimenten una conexión más profunda con sus propias emociones.

Con Amor, perfume y ausencia